Los límites de exposición a campos electromagnéticos son necesarios para garantizar la seguridad de las personas frente a los efectos de los campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos generados por dispositivos eléctricos y electrónicos. Estos límites, regulados tanto a nivel nacional como internacional, buscan prevenir riesgos derivados de la exposición a agentes físicos, como el calentamiento de los tejidos o los efectos de las corrientes de contacto. En este artículo, exploraremos en detalle qué son los campos electromagnéticos, cómo se establecen los límites y cómo medirlos de manera precisa.
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¿Qué son los campos magnéticos?
Los campos magnéticos son regiones del espacio donde actúan fuerzas magnéticas generadas por corrientes eléctricas o materiales magnéticos. Junto con los campos eléctricos, forman los campos electromagnéticos (CEM), que se producen por fuentes como líneas de alta tensión, dispositivos electrónicos, antenas de telecomunicaciones y electrodomésticos.
Existen dos tipos principales:
- Campos magnéticos estáticos, como los generados por imanes o corrientes continuas.
- Campos electromagnéticos variables, que oscilan con una frecuencia específica, desde 0 Hz hasta 300 GHz.
La exposición a estos campos puede tener efectos en la salud y seguridad dependiendo de su intensidad, frecuencia y duración. Por ello, se han establecido límites de exposición para prevenir posibles daños.
¿Cuáles son los límites de exposición a los campos magnéticos?
Los límites de exposición a campos electromagnéticos están regulados por normativas como la Directiva 2004/40/CE, relativa a la exposición de los trabajadores a riesgos derivados de los CEM, y el Real Decreto 299/2016, que adapta estas disposiciones al marco legal español. Estas normativas establecen las disposiciones mínimas para proteger la salud de las personas.
Principales niveles de referencia:
- Para la población general: Los límites están diseñados para garantizar la seguridad en espacios públicos, incluyendo hogares y áreas urbanas.
- Para trabajadores expuestos: Se aplican niveles más estrictos debido a la exposición prolongada o intensa.
Factores considerados en los límites:
- Niveles de exposición: Intensidad de los campos eléctricos y magnéticos.
- Frecuencias: Los efectos varían según la frecuencia; por ejemplo, campos de baja frecuencia pueden inducir corrientes de contacto, mientras que los de alta frecuencia pueden provocar calentamiento de los tejidos.
Por ejemplo, los valores típicos oscilan entre 100 μT para campos de baja frecuencia y niveles más estrictos para frecuencias más altas, como las de las telecomunicaciones.
¿Cómo medir los CEM?
La medición de los campos electromagnéticos permite verificar el cumplimiento de los límites de exposición. En Telproce, contamos con la tecnología y experiencia necesarias para realizar mediciones precisas y garantizar la conformidad con las normativas.
Pasos clave en la medición:
- Identificar las fuentes de CEM: Equipos eléctricos, antenas, transformadores o cualquier dispositivo emisor.
- Usar equipos especializados: Los analizadores de espectro y medidores de campo permiten medir la intensidad de los campos eléctricos y magnéticos en diferentes puntos.
- Interpretar los resultados: Comparar los valores obtenidos con los niveles de referencia establecidos en normativas.
Además, también hay que evaluar el entorno, especialmente si incluye objetos conductores que puedan amplificar o modificar los campos, así como analizar la exposición en entornos específicos como industrias o áreas urbanas densamente pobladas.
Prevención y cumplimiento normativo
Los límites de exposición a campos electromagnéticos están regulados por normativas como la Directiva 2004/40/CE, relativa a la exposición de los trabajadores a riesgos derivados de los CEM, y el Real Decreto 299/2016, que adapta estas disposiciones al marco legal español. Estas normativas establecen las disposiciones mínimas para proteger la salud de las personas.
