En el entorno industrial y tecnológico, cada vez se hace más relevante identificar y aplicar adecuadamente las medidas de control para radiaciones no ionizantes. Estas radiaciones pueden generar efectos adversos sobre la salud si no se gestionan correctamente. En TelproCE, laboratorio con los equipos necesarios para realizar ensayos de exposición humana a campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos, trabajamos con fabricantes que necesitan asegurar la conformidad de sus productos y proteger tanto a los usuarios como al entorno.
¿Qué aparatos producen radiaciones no ionizantes?
Las radiaciones no ionizantes están presentes en numerosos dispositivos de uso cotidiano e industrial. Algunos de los más comunes son:
- Antenas de comunicación inalámbrica: WiFi, telefonía móvil, 5G, Bluetooth.
- Equipos médicos: resonancia magnética, láser terapéutico, equipos de diatermia.
- Transformadores y líneas eléctricas: generan campos eléctricos y magnéticos de baja frecuencia.
- Hornos microondas y maquinaria de inducción: emiten microondas en alta potencia.
- Equipos de soldadura y corte láser: generan radiación óptica.
- Sistemas de iluminación industrial: especialmente los que emiten UV e infrarrojos.
Estos dispositivos pueden representar un riesgo si no se gestionan correctamente desde la fase de diseño hasta su uso final.
Tipos de radiación no ionizante
Para aplicar correctamente las medidas preventivas, es importante identificar el tipo de radiación implicada. Los principales tipos son:
- Campos eléctricos estáticos (0 Hz): presentes en equipos con cargas eléctricas constantes.
- Campos magnéticos estáticos: generados por imanes permanentes o corriente continua.
- Campos electromagnéticos de baja frecuencia: típicos de redes eléctricas (50/60 Hz).
- Radiofrecuencias y microondas: entre 100 kHz y 300 GHz; emitidas por sistemas de comunicaciones, hornos industriales o equipos médicos.
- Radiaciones ópticas: incluye ultravioleta no ionizante, visible e infrarrojo.
Cada tipo de radiación tiene sus efectos específicos sobre el cuerpo humano y requiere controles diferenciados.
¿Cómo se mide la radiación no ionizante?
La primera medida frente a cualquier riesgo relacionado con radiaciones no ionizantes es medir con precisión los niveles de exposición. Sin conocer la magnitud y frecuencia de los campos generados por un equipo, es imposible aplicar un plan de prevención eficaz. En TelproCE, como laboratorio especializado en ensayos para el Marcado CE de productos eléctricos y electrónicos, realizamos pruebas técnicas de exposición humana a campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos, utilizamos metodologías normalizadas y equipos calibrados según el tipo de campo a evaluar:
- Sondas de campo eléctrico y magnético: para frecuencias bajas (ELF).
- Medidores de densidad de potencia: en aplicaciones de radiofrecuencia y microondas.
- Tasa de absorción específica (SAR): usada en equipos que se usan cerca del cuerpo (ej. wearables, móviles).
- Comparación con los valores límite de exposición (VLE): definidos por normativa nacional y europea.
Estas mediciones permiten tomar decisiones técnicas, rediseñar equipos si es necesario y certificar la conformidad con el Marcado CE.
¿Cuáles son las medidas preventivas para las radiaciones no ionizantes?
Una vez cuantificada la radiación, se pueden aplicar el resto de medidas preventivas, que incluyen:
- Delimitación de zonas de riesgo: establecer áreas señalizadas donde los niveles de radiación superen los valores de referencia, restringiendo el acceso a personal no autorizado.
- Reducción del tiempo de exposición: limitar la permanencia en zonas con presencia continua o intermitente de campos electromagnéticos.
- Distancia de seguridad: aumentar la separación entre el trabajador y la fuente emisora, aprovechando que la intensidad de la radiación disminuye rápidamente con la distancia.
- Uso de blindajes y apantallamientos: instalar barreras físicas (como mallas metálicas, carcasas, filtros ópticos o jaulas de Faraday) que impidan la propagación de campos eléctricos, magnéticos o de microondas.
- Empleo de equipos de protección individual (EPI): gafas específicas para radiaciones UV o IR, ropa protectora o pantallas faciales en operaciones con láser o soldadura.
- Formación del personal: garantizar que los trabajadores conocen los riesgos asociados a la exposición y las medidas de control disponibles.
- Mantenimiento periódico de los equipos emisores: comprobar que su funcionamiento no ha derivado en emisiones superiores a las previstas en el diseño.
Todas estas acciones deben estar respaldadas por una evaluación de riesgos documentada, conforme a la legislación nacional, como el Real Decreto 299/2016, y a las guías técnicas internacionales de referencia como las de ICNIRP.
La aplicación de medidas de control para radiaciones no ionizantes no solo protege la salud de los trabajadores y usuarios, sino que también garantiza el cumplimiento normativo y facilita la certificación CE de los productos.

