Si fabricas o desarrollas productos eléctricos o electrónicos, seguro que en algún momento te has topado con la famosa clasificación IP. Este código no es un simple tecnicismo, sino una herramienta esencial para conocer el nivel de protección que ofrece un equipo frente a elementos externos como el polvo o el agua. En otras palabras, puede marcar la diferencia entre un producto fiable y uno vulnerable al entorno.
La clasificación IP forma parte de una norma internacional (IEC 60529), adoptada globalmente, y es fundamental en procesos de ensayo y certificación para cumplir con el Marcado CE. Si tu producto va a comercializarse en la Unión Europea, necesitas entender cómo funciona este sistema y cómo puede impactar en tu diseño y certificación. Sigue leyendo, porque esto te interesa más de lo que imaginas.

¿Qué significa clasificación IP?
La clasificación IP (Ingress Protection, o “Protección contra el ingreso”) es un sistema desarrollado por la norma IEC 60529, utilizada a nivel global para evaluar el nivel de protección que ofrece una carcasa frente a la intrusión de objetos sólidos y líquidos. Esta norma internacional define el nivel de estanqueidad de un equipo frente al polvo, los cuerpos sólidos y el agua. Este código está compuesto por dos cifras:
- Primer dígito: indica el grado de protección contra cuerpos sólidos (como polvo o partículas).
- Segundo dígito: señala la protección frente a líquidos (como salpicaduras o inmersión).
Por ejemplo, un equipo con clasificación IP65 es completamente resistente al polvo y protege contra chorros de agua desde cualquier dirección.
¿Cómo se interpreta el código IP?
La norma IEC 60529 establece una escala para cada tipo de protección. Aquí te dejamos un resumen claro y útil:
Protección contra entrada de sólidos:
- IP0X: Sin protección
- IP1X a IP4X: Protección contra objetos de 50 mm hasta 1 mm
- IP5X: Protección limitada contra el polvo
- IP6X: Totalmente resistente al polvo (resistentes al polvo)
Protección contra entrada de líquidos:
- IPX0: Sin protección
- IPX1 a IPX4: Protección frente a goteo y salpicaduras
- IPX5 – IPX6: Protección contra chorros de agua a alta presión
- IPX7: Protección frente a inmersión temporal
- IPX8: Inmersión continua a profundidades superiores
IPX9K: Protección contra chorros de alta presión y temperatura, ideal para entornos industriales exigentes
¿Qué significa la “K” en la clasificación IPK?
En algunas aplicaciones industriales avanzadas, puedes encontrarte con códigos como IP69K. En este caso, la letra “K” indica una protección aún más exigente frente a chorros de agua a alta presión y temperatura, por ejemplo durante procesos de limpieza intensivos como los que se realizan en industrias alimentarias o automotrices.
Esta clasificación se define en la norma DIN 40050-9, y representa el máximo grado de protección frente a la entrada de agua en condiciones extremas. Los equipos con clasificación IP69K pueden soportar lavados a presión de hasta 100 bar y temperaturas superiores a 80 °C, sin comprometer su funcionamiento.
¿Qué equipos necesitan una clasificación IP elevada?
Cualquier producto eléctrico o electrónico destinado a operar en entornos expuestos al polvo, la humedad o limpieza constante debe tener una clasificación IP adecuada. En especial:
- Equipos electrónicos de consumo para exteriores
- Dispositivos industriales sujetos a ambientes agresivos
- Equipos médicos, que requieren altos estándares de limpieza y seguridad
- Sensores, actuadores y componentes de automatización
En sectores como el alimentario, el farmacéutico o el de maquinaria pesada, la elección del grado de protección IP es determinante para garantizar la durabilidad y funcionamiento del producto.
¿Por qué es tan relevante para el Marcado CE?
La clasificación IP no solo influye en la durabilidad del producto, sino que también forma parte de los requisitos técnicos y de seguridad evaluados durante los ensayos para obtener el certificado CE. Es decir, un producto mal protegido frente a líquidos o partículas podría no pasar los ensayos de laboratorio, retrasando su entrada al mercado.
En TelproCE, como laboratorio especializado en ensayos de compatibilidad electromagnética y certificación CE, evaluamos si los equipos cuentan con el nivel adecuado de protección y cumplen con la normativa vigente. Además, asesoramos a fabricantes desde el diseño del producto para optimizar su conformidad normativa desde el inicio.
Casos prácticos: ¿qué clasificación IP necesitas?
Para ayudarte a elegir, aquí van algunos ejemplos de aplicaciones reales:
- IP20: uso en interiores, sin exposición al agua ni polvo.
- IP44: luminarias de baño o exteriores parcialmente cubiertos.
- IP65: armarios eléctricos en ambientes industriales, protegidos contra el polvo y agua.
- IP67: dispositivos sumergibles temporalmente, como sensores o conectores.
- IP69K: equipos sometidos a limpieza a presión con agua caliente, como maquinaria alimentaria o automotriz.
Cuanto más alta la clasificación IP, mayor es la seguridad del producto frente a condiciones exigentes.
Recomendaciones importantes para fabricantes
Si estás diseñando un producto que requiere certificación CE y clasificación IP, ten en cuenta estas recomendaciones:
- Evalúa el entorno de uso real del producto desde la fase de diseño.
- Consulta con un laboratorio especializado como TelproCE para definir el nivel IP necesario.
- Verifica materiales, sellados y componentes compatibles con el grado de protección requerido.
- Realiza ensayos de validación, no solo para cumplir normativas, sino para asegurar la vida útil del producto.
- Incluye el grado IP en la documentación técnica y en el marcado visible del equipo.
Si tienes dudas sobre la clasificación IP de tu equipo o necesitas un ensayo de validación, contacta con nuestro laboratorio y empieza el camino hacia el cumplimiento normativo.

